La morada, lugar que cobija nuestras primeras relaciones y juegos de
infancia, cuya condición de “lugar seguro” ha cobrado nueva connotación desde el COVID-19.
Patio común invita
a reflexionar sobre esta nueva dimensión cotidiana, insertando en medio del
espacio público (reivindicándolo como lugar de encuentro) un escenario para
compartir distanciados una experiencia lúdica en torno a una escena del habitar
hogareño, dónde sus elementos adquieren nuevo significado.
La instalación hace uso la postal del imaginario colectivo asociada al
espacio en donde se tiende la ropa en el hogar, que sintetiza a su vez un
conjunto de otros actos que transcurren en él.
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The home, a place that shelters our first relationships and games of childhood, whose status as a "safe place" has gained a new connotation since COVID-19.
common patio invites
to reflect on this new daily dimension, inserting in the midst of the public space (reclaiming it as a meeting place) a stage for
distanced sharing a playful experience around a scene of living homey, where its elements acquire new meaning.
The installation makes use of the postcard of the collective imagination associated with the space where clothes are hung at home, which in turn synthesizes a
set of other acts that take place in it.